Querido amigo, es tu decisión. Podría ser que un velo te esté tapando los ojos y la niebla se haya puesto entre tus cejas y te volviste ciego. Tu nariz ya no siente los mismos olores y tu boca es incapaz de sacar las mismas palabras que alguna vez rodearon con tus manos mi cuerpo.
Querido amigo, hoy tu camino se vuelve solitario en pareja al decidir dar la espalda a lo que alguna vez tuviste y hoy no aprecias.
Querido amigo, es tu decisión.