Hoy Dios me dio la posibilidad de volver a aprender a vivir diferente.
El nos conoce más que nadie y El sabe lo que pasa en nuestras mentes y en nuestras almas. En mi caso, hubo puros problemas de percepcion. Y se me había instalado el miedo. No puedo creer lo tonta que fui, pero hoy le doy gracias a Dios de que me haya quitado el velo de los ojos y de la mente.
El amor todo lo puede.