Quién eres tú sino mas que un niño escondido detrás de la apariencia de un adulto? Un adulto, una mujer, un hombre que guarda y guadará al niño de siempre dentro de su interior. Un aspecto duro y difícil de tragar que esconde el amor, la ternura y los sueños dentro. Adentro, donde están a salvo y donde nadie puede destruirlos. El lugar de donde brotan los sentimientos y crecen los sueños y el poder de cumplirlos. Así es. La casa de donde todo empieza y a donde lo que permites llega.
Una casa rodeada de amor y esperanza es el hogar ideal de un niño. Un nuevo hogar, una segunda casa donde pones por primera vez un lápiz en la mano y aprendes a colorear, a dibujar y a escribir, donde aprendes a compartir los juguetes y todas las cosas materiales existentes. El lugar donde das el primer paso en hacer amigos, donde te enseñan con amor, el lugar donde ries, cantas y bailas sin miedo.Tu espacio de juego. El hogar en el que te sientes a salvo y aprendes a valorar la confianza y la educación proporcionada.
Existe aún un niño en el interior que a veces exige a gritos, a veces regresa con nostalgia y otras veces lleno de esperanza y con tiemblo en la voz ruega volver a ese lugar, al lugar donde todos los sueños y esperanzas empezaron a cobrar vida. A ese mismo lugar que ningún otro puede reemplazar. Al menos por una sola vez...