El principio

"(...)Dale la oportunidad a un corazón enamorado que tiene tanto que decirte y entregarte, ese amor que tú lo hiciste brotar."

Eras tú el que encaminabas mis pasos desde hace tiempo... tú, el que tanto anhelaba conocer. Tú, la persona que necesitaba tener cerca, tan cerca como fuese posible. Necesitaba tocarte, sentirte, saber que existías... y lo comprobé. Primero, en un hermoso día de otoño, cuando el verano se empecinaba en quedarse una temporada más, y luego en primavera, cuando todo tornaba hacia la frescura, cuando lo nuevo resaltaba y el sol empezaba a enseñar su sonrisa. No recuerdo si fue exactamente así pero para mí, ese día el sol brilló igual que aquél día de otoño.
La primera vez que se me abrieron las puertas hacia ti, estaba tan emocionada que no pude disfrutar al 100 todo lo que Dios me regalaba. Este regalo tan grande que parecía irreal...pero era tan real y más hermoso y mágico de lo que habia imaginado. Y este sólo era el principio. Un principio seguido por mucho, mucho más...
Estaba temblorosa y tan llena de calor en mi exterior por el sol que me habia hecho sudar hasta lo imposible aquel día, pero tan llena de calor interior por ofrecerte. No sé si logré trasmitirte al menos un poco de lo que quería porque al verte tan sólo, se me olvidó todo lo que había planeado decirte. Mi mente se había convertido en un robot lejano a mis pensamientos. Una nube blanca se había interpuesto entre mi lógica y mis sentimientos. Tenía ganas de decirte tantas cosas, pero no podía decirtelo así... sin tú conocerme lo suficiente (aunque nunca es suficiente) Así que me limité a la simple conversación de dos personas que se empezaban a conocer. No me bastó y Dios lo sabía. Tenía y aún tengo dentro de mí tantas cosas por ofrecerte...